Capitales y Habitus: Caos

• Los voluntarios promueven la autonomía de los niños, según la filosofía de la fundación, que procura no forzar a ningún niño a hacer algo, buscando por el contrario que el niño entienda por qué debe hacer cierta cosa y por su propia iniciativa la haga. Por ejemplo un niño puede decidir si entrar o no a una clase, es responsable de su material, y dispone de su tiempo para descansar o hacer tareas (dentro del programa de complemento académico).
• El habitus lo definimos como caos, señalando que dentro de nuestro campo suceden pequeños eventos que no están planeados y sin embargo no perjudican de manera abrupta el alcance de los objetivos del campo. Definimos como objetivos: Enseñar y ejercitar valores de vida en los niños, guardar un ambiente de tranquilidad, transmitir cariño y aprecio, entretener y divertir. El caos se refiere a la tendencia que tiene un ambiente en equilibrio hacia el desequilibrio. En este caso, tiene que ver con la posibilidad de que los niños salgan del salón, no tengan una asistencia estricta y constante, y que existe la predisposición de parte de la fundación y el voluntario a que esto ocurra.
• Existe un intercambio indirecto de bienes entre los actores. El voluntario, en un plano emocional, recibe satisfacción personal mientras los niños reciben un sentimiento de apoyo, servicio y cariño. Este tipo de intercambio tal vez no exista dentro de otros contextos (ie. Escuelas comunes e instituciones educativas formales), pues los objetivos divergen lejos del enfoque del apoyo psicoafectivo y están más concentrados en la transmisión de información y la creación de herramientas de recepción de esa información (enseñar temas académicos y ejercitar el aprendizaje de estos).
• Las tablas de capitales permiten visualizar que la presencia del voluntario es el punto de equilibrio dentro de ese caos. Es él quien define las dinámicas (sin hacerlo de modo hostil o conflictivo) y los demás actores se adaptan a ellas según sus motivaciones. En el voluntario recae la mayor parte del valor intelectual y social que nutre a los actores.